No recuerdo fehacientemente la primera vez que utilicé Internet, pero sí esos primeros tiempos en general, cuando yo tenía 10 u 11 años. Teníamos una PC de escritorio (obviamente) y había que esperar a las 8 pm para conectarnos porque era más barato; antes de ese horario, los precios eran prohibitivos. La conexión tardaba en establecerse y hacía un ruidito característico que creo que todavía todos recordamos. Con mi hermano teníamos un calendario semanal para repartirnos los días y no pelearnos, aunque siempre uno de los dos quería cambiar y se armaba lío. También nos enojábamos mucho cuando mi mamá tenía que hablar por teléfono porque había que desconectarse, ya que no se podían hacer las dos cosas al mismo tiempo (¡parece mentira!).
En comparación con mi comunidad, fuimos una de las primeras familias en tener conexión. Solo algunos compañeros de mi curso tenían Internet en su casa y arreglábamos en el colegio para chatear a la noche, a través de ICQ. También usaba mucho este programa de chat para hablar con mis primos de Rosario (una ciudad importante, en otra provincia de Argentina). Cuando pienso en mi primer acercamiento a Internet, ese es el gran beneficio que recuerdo: la posibilidad de “estar más cerca” de mis seres queridos.
En cuanto al acceso a información, era tan chica cuando conocí Internet que no podía dimensionar lo que significaba. Mi uso era más lúdico y de entretenimiento que informativo. Las tareas del colegio las hacía con Encarta (me acuerdo que desde muy temprano empezó a circular entre los maestros eso de que “Internet no era una fuente confiable”). Sí buscaba mucha información y fotos de los programas de televisión que veía, especialmente los estadounidenses.
Actualmente, no concibo la vida sin Internet. Estoy conectada todo el tiempo y en cualquier lado desde el celular, y simultáneamente en la computadora de escritorio en la oficina y con la laptop o el smart tv en mi casa. La utilizo para absolutamente todo: comunicarme, buscar información por uso profesional o personal, mirar películas, series y escuchar música, comprar entradas o productos, pagar las cuentas, buscar trabajo, hacer este curso…