Recuerdo que la primera vez que utilicé Internet, era probablemente uno de los primeros de mi vecindario. Había una amiga de mi sector que también utilizaba Internet en su computador, pero era algo excepcional y recuerdo que el resto de mis compañeros de colegio estaban altamente sorprendido que podíamos acceder a esa herramienta. Esto se mantuvo inclusive durante mi período de “high school”, en el que muchos classmates no tenían acceso a Internet por su alto costo.
También recuerdo que en nuestro establecimiento educacional había un proyecto que permitía familiarizarse con el uso de Internet y el computador, pero solo se dictaba una vez a la semana por una hora, lo que claramente, impedía que una persona pudiera comprender a cabalidad el uso de esta plataforma.
Para mi comenzar a utilizar Internet fue un descubrimiento y una revolución para mi formación profesional y académica, porque toda la información que tenía en formato física, ahora la podía encontrar en formato digital y, por ende, era mucho más fácil acceder a ella. Recuerdo que, para realizar trabajos de investigación, antes de comenzar a utilizar Internet, uno debía recurrir a las fuentes como libros, recortes de prensa, copias, etc., pero con la llegada de Internet (al menos en Chile), la situación cambió completamente y al mismo tiempo, era mucho más expedito acceder a cierta información, porque otra información aún no estaba digitalizada, pero progresivamente comenzó a estarlo.
Actualmente, no veo mi vida sin Internet, es una extensión de mi diario vivir. La utilizo de múltiples formas, desde una plataforma para acceder a contenido (entretención, libros) hasta una enorme fuente de información para investigaciones, estudios, aprender idiomas, mantener relaciones con amistades de otros países y, realizar compras on-lines. Además, contribuye a la masificación de la información y noticias, lo que permite estar más comunicado de lo que sucede en el mundo. Hoy en día, la utilizó en varios lugares gracias a los dispositivos móviles (celulares, iPad, notebook) y además, en mi oficina/estudio de trabajo en mi departamento como una herramienta esencial de trabajo.
Creo que una revolución para Chile fue el pasar del Internet vía telefónica a WIFI y la tecnología 3g/4G para dispositivos móviles. Con todo y a pesar que la brecha digital es menor en nuestro país, ésta sigue existiendo en sectores de escasos recursos, rurales y para comunidades indígenas o inmigrantes. El costo hundido de instalar redes por parte de las empresas de telefonía móvil, sigue siendo un obstáculo para que estas tecnologías penetren en ciertos sectores, así a modo de ejemplo: cuando he tenido que viajar al Norte o Sur de Chile, muchas veces la conexión falla y solo se puede acceder a un “buen Internet” (en cuanto a su velocidad) en Hoteles o Cafés, especialmente franquicias internacionales instaladas en dichos sectores, y que impide que los propios residentes de esas localidades puedan acceder a un Internet “de buena calidad”.
Para concluir, creo que el acceso a Internet debiese ser un derecho protegido por el Estado y exigible por los ciudadanos. Entender que ciertos lugares de nuestro país, aún no tienen acceso a Internet, es francamente una locura puesto que es excluir a ciertas personas de toda esta información. Ello puede provocar que la “brecha” cultural se aumente en ciertos sectores y por ende, existan sujetos con acceso a Internet y otros que francamente nunca conocerán todo su potencial.